Las últimas evidencias científicas demuestran el Covid-19 además de transmitirse por gotas o fómites (por contacto con superficies en las que hay virus activo), el virus se puede transmitir mediante aerosoles.

Más de 200 expertos pidieron a la OMS que incluyera los aerosoles entre los modos principales de transmisión de la Covid-19. La institución incluyó la nueva vía de transmisión como secundaria, a pesar de que parece ser relevante en un entorno aislado, como son las aulas de colegios e institutos.

A pesar de que no hay que descuidar las posibilidades de contagio en el patio, comedor, vestuarios o entrada del colegio, los estudiantes pasan la mayor parte del tiempo en las aulas. Por eso es muy importante impedir que estas se conviertan en zonas de alto riesgo.

La transmisión por aerosoles puede ser poco relevante en espacios abiertos, a no ser que no se respete la distancia de seguridad o haya contacto físico. Sin embargo, en espacios cerrados como el aula, aunque se respete la distancia de seguridad, esta vía puede suponer una parte importante de la transmisión de la enfermedad si el espacio no está bien ventilado o el uso de mascarillas es limitado.

En definitiva, además del uso obligatorio de mascarillas y la necesidad de que estén bien ajustadas, la calidad del aire y la ventilación, se convierte en una de las medidas más importantes que deben implantarse en los colegios, es necesario garantizar la esterilización del aire que están respirando los chicos en clase para reducir las probabilidades de contagio de forma exponencial. Esta solución adquiere mayor importancia a tenor de que la distancia de seguridad es difícil de garantizar y el uso riguroso de las mascarillas va a ser difícil de conseguir.

Tenemos que tener en cuenta que volcar sobre los niñas y niños, chicas y chicos adolescentes y profesores, el garantizar el mantener la distancia de seguridad y la colocación rigurosa de la mascarilla durante 6 ó 7 horas, se convierte en misión imposible.

Desde la administración tienen que tener claro que no se va a conseguir, y parte del profesorado alega que las medidas y protocolos implementados han sido realizados por personas que nunca han vivido de primera mano la operativa de un centro docente.

Una posible solución “fantástica” para disminuir la transmisión sería impartir el máximo de clases posible en exteriores, con mascarilla, distancia y relativo silencio, debido a que en zonas exteriores no solo se reduciría la transmisión aérea, sino también mediante la transmisión con superficies, ya que la radiación solar (la radiación Uvc, natural) disminuye el tiempo que el virus está activo en una superficie.

En Nueva York ya se optó por la docencia al aire libre durante sucesivas pandemias de tuberculosis a principios del siglo XX y se está promoviendo desde la alcaldía para el próximo curso.

Pero entonces, ¿por qué no conseguir el mismo efecto que dar clases en el exterior, con un aire limpio de virus y esterilizado de forma segura, eficiente y con todas las garantías?

Si no es viable dar clase en el exterior (como es obvio), diferentes expertos han creado una hoja de cálculo para estimar la probabilidad de transmisión de la Covid-19 por aerosoles en función de la incidencia local de la epidemia, el número de personas infectadas, el tamaño del aula, la ocupación, la duración de la clase, el porcentaje de personas con mascarilla (bien colocada), el tipo de mascarilla, la temperatura, la humedad (el virus permanece menos tiempo activo para humedades relativas bajas), la ventilación y purificación del aire, entre otras variables.

El uso de mamparas divisoras entre estudiantes NO aporta certeza frente a la posibilidad de contagio del Covid-19. Las mamparas pueden evitar la proyección directa de las gotitas de saliva, pero no solucionan el efecto aerosol en el ambiente.

Por otro lado, estas mamparas requieren de un elevado nivel de limpieza y desinfección pues son acumulo de gotas de saliva. Es por ello que su mantenimiento es bastante costoso en material de limpieza y mano de obra de forma periódica.

A diferencia de las mascarillas, mamparas y la distancia interpersonal de 1,5 m que son medios PASIVOS, los cuales no esterilizan ni purifican el aire, en GTG Ingenieros disponemos de una serie de equipos de desinfección y esterilización de aire, los cuales SON ACTIVOS, trabajan durante todo en día esterilizando el aire y purificando el ambiente.

Consiguen que el aire que están respirando nuestros hijos se purifique de forma automática.

Por el contrario, los equipos de esterilización de aire fabricados por GTG Ingenieros, disponen de un funcionamiento de miles de horas de forma automática sin ningún mantenimiento. Tanto el filtro HEPA, o las lámparas de luz ultravioleta que tienen una duración de 18.000 horas, garantizan un uso ilimitado sin coste de mantenimiento. Incluyendo los ionizadores bipolares que no requieren de ningún mantenimiento adicional.

Por todo ello, desde GTG Ingenieros, ofrecemos nuestros conocimientos y soluciones para espacios cerrados. Utilizando los filtros HEPA, etapa de luz ultravioleta e ionizador bipolar.

¿Por qué los equipos de purificación del aire de GTG son beneficiosos para nuestros hijos en clase?

Porque estos equipos son activos, esterilizan de forma continua y automática el aire que respiramos y respiran nuestros hijos en clase, en el comedor, en el baño, etc…